San Juan de los Morros, 24 de enero de 2020.- El Baloncesto Profesional Venezolano ha tenido la gran dicha de contar con extraordinarios bases-armadores (posición piloto 1), se nos viene a la mente nombres como el de Alex “El Chocolate” Quiroz, Ernesto Mijares, Diego Guevara o Henry Páez, cada uno con sus características especiales pero que siempre serán recordados por sus hazañas.

En la actualidad existe una generación de jóvenes que conducen muy bien el balón y están dispuestos con su trabajo a dejar huella en la LPB, uno de ellos es un hijo oriundo de San Juan de los Morros estado Guárico, nacido un 30 de enero de 1996, José Sojo, quien forma parte de las filas de Marinos de Anzoátegui, el baloncesto corre por sus venas, ya que es el sobrino del experimentando José “El Tiburón” Martínez (múltiple campeón con Guaros de Lara, viene de jugar  en el baloncesto argentino y en la pasada Copa LPB, vistió con orgullo el uniforme de Llaneros de Guárico), es un joven con muchos sueños por cumplir y su talento comprueba que puede convertirse en uno de los mejores pilotos del país, porque tiene todas las herramientas.

“El mundo del deporte es como una herencia, porque soy sobrino de José ‘El Tiburón’ Martínez y cuando yo estaba pequeño, lo veía jugando y quería ser como él”. Así  nos comenta José Sojo de como inicia su pasión por el baloncesto, lo cual lo lleva a integrarse en la escuela que lleva el nombre de su tío, “Allí fueron mis primeros pasos. Ya cuando vieron mi evolución en el básquetbol, le agarré más cariño al deporte y quise convertirme en profesional”.

Luego saltó a la selección del estado Guárico con el profesor Jairo Torrrealba, participando en varios nacionales, fue convocado a la selección juvenil por el profesor Néstor Salazar, “Salté al profesional con Marinos de Anzoátegui hasta la actualidad. Lo de jugar profesional se dio de repente porque el baloncesto siempre lo practiqué por gusto, porque me apasiona totalmente, en la etapa juvenil cuando estaba en la selección del estado, fue donde tomé en serio la posibilidad de ser un profesional”, afirmó el muchacho que se siente orgulloso de su pueblo San Juan de los Morros.

A los 17 años cuando llegó del suramericano con la selección nacional, el equipo Marinos de Anzoátegui ya había contactado con sus padres para que perteneciera a sus filas, “Desde allí trabajé con mucho empeño, tuve varios tutores que me ayudaron con el rendimiento, como por ejemplo Ernesto Mijares, el Zancudo Centeno, Gregory Vargas, que vieron mi talento y siempre me trataron de guiar por el camino correcto, hasta ahora vamos muy bien”. 

Adaptarse al mundo profesional 

“Lo más difícil de adaptarse al profesional es el planteamiento táctico, ya como uno es joven quiere hacer todo rápido y con velocidad y, el baloncesto no se juega así pero eso se va aprendiendo poco a poco, aprendí la importancia de la experiencia y la calma. Con Marinos se abrió una ventana para los jugadores que estamos en la plantilla, pude aprovechar muy bien los minutos que me dieron, los cuales fueron bastante, los entrenadores me ayudaron en ese aspecto”, expresó.

La selección de Venezuela

En José Sojo se nota que su forma de hablar es la de una persona muy segura de sí misma, por eso afirma que, “Mi plan es llegar a la selección de Venezuela”, su más grande anhelo en estos momentos, “También me gustaría jugar en el extranjero, Argentina o España, una buena liga para aumentar mi nivel”.

Les hizo además un llamado a los jóvenes para que nunca se rindan, que sean siempre constantes y trabajadores en todo el mundo. Finalmente, insistió que el baloncesto en el país necesita bastante fogueo con respecto a las escuelas de categorías menores y fomentar más el desarrollo de las bases. /Emilio Pino Salinas