El término “mascarilla”, designa aquí las mascarillas de fabricación casera o improvisada, las mascarillas contra el polvo y las mascarillas quirúrgicas (también denominadas mascarillas de uso médico). Hay diferentes tipos de mascarillas. Frecuentemente, estas son de un solo uso y están diseñadas para fines quirúrgicos, dentales, de práctica médica, de aislamiento o contra el polvo o el láser. Las mascarillas frecuentemente utilizadas en entornos no sanitarios pueden estar también hechas de tela, papel o un material similar.

Si se utilizan mascarillas, es esencial usarlas y desecharlas adecuadamente para evitar que sean ineficaces y que su uso incorrecto agrave el riesgo de contagio.

La información siguiente sobre la utilización correcta de las mascarillas se ha obtenido de la práctica en las instalaciones de atención médica:

1.- Asegúrese de que cubre su boca y nariz, y anúdela firmemente para reducir al mínimo la separación entre la mascarilla y la cara.

2.- Mientras esté utilizándola, evite tocarla: siempre que toque una mascarilla usada, por ejemplo, para quitársela o lavarla, limpie sus manos lavándolas con agua y jabón o frotándolas con un pañuelito empapado en alcohol.

3.- En cuanto la mascarilla esté húmeda, sustitúyala por otra limpia y seca.

4.- No reutilice las mascarillas de un solo uso, deseche inmediatamente las mascarillas de un solo uso una vez utilizadas.

Aunque en ocasiones se utilizan otros medios de protección (por ejemplo: tapabocas de tela, pañuelos, mascarillas de papel, o mordazas que cubren la nariz y la boca), no se dispone de información suficiente sobre su efectividad.

Estos otros medios, deberían utilizarse una sola vez o, si se trata de mascarillas de tela, limpiarlas bien después de utilizadas (por ejemplo, lavándolas con detergente de lavadora a temperatura normal). Después de atender a un enfermo hay que quitárselas inmediatamente.

Lávese las manos nada más quitarse la mascarilla.