Caracas, 21 de Octubre del 2022.- La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) participó en la instalación y puesta en marcha de la primera boya inteligente en el golfo de Corcovado, en la región austral de Chile, cuyo fin es monitorizar los océanos y la biodiversidad marina en tiempo real y proteger a las ballenas.

En promedio, cada ballena azul captura 33 toneladas de carbono (CO₂) a lo largo de su vida. Este denominado «servicio ecosistémico marino» reduce la presencia en la atmósfera de uno de los principales gases causantes del cambio climático global. Sin embargo, estos animales viven en constante amenaza por actividades humanas, en particular, el tráfico marítimo.

Actualmente, el 90% de las mercancías a nivel mundial son transportadas por vía marítima. Estas embarcaciones son cada vez de mayores tamaños y más rápidos, lo que aumenta la amenaza para las ballenas. La evidencia científica sugiere la importancia de avanzar hacia una regulación marítima que permita, por una parte, poner fin a las colisiones entre embarcaciones y ballenas, y, por otra, reducir el ruido que las embarcaciones generan.

El impacto acústico de la actividad humana en los ecosistemas marinos puede causar desorientación y afectación de la comunicación básica entre distintas especies, lo que repercute directamente en su alimentación o reproducción; y también lesiones auditivas, varamiento o incluso la muerte.

Por tal razón, para avanzar en soluciones concretas para la conservación de los océanos, el Ministerio de Medio Ambiente de Chile, la Fundación MERI y la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC), inauguraron recientemente, en el Golfo Corcovado, en Chiloé, Chile, la primera boya inteligente del proyecto The Blue BOAT Initiative, desarrollado por las tres instituciones durante más de dos años. /VTV /@gob.guárico.

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