La vitamina C está entre los nutrientes indispensables que necesita el organismo humano. No solo contribuye a que la salud esté en mejor estado, sino que ayuda al organismo a combatir enfermedades.

Este suplemento parece ser capaz de combatir los agentes patógenos incluso en una fase muy temprana de invasión en el cuerpo. Esta vitamina se enriquece en los glóbulos blancos y puede mejorar su función antibacteriana.

Los estudios muestran que los niveles de vitamina C bajan considerablemente durante una infección. Existen indicios de que una administración adecuada de vitamina C puede reducir en parte la frecuencia y duración de infecciones de las vías respiratorias y resfriados.

En este sentido, la vitamina C es una de las más importantes ya que reporta al organismo un importante número de ventajas, entre ellas:

  • Mejora la visión
  • Ayuda a regular la presión sanguínea
  • Es un potente antioxidante
  • Fortalece el sistema inmunológico
  • Protege frente a los cambios de temperatura ambiental.
  • Estabiliza la barrera epitelial (primera barrera física de protección) al favorecer la síntesis de colágeno.
  • Acumula en las células inmunitarias y puede aumentar su capacidad de atrapar y destruir microbios.
  • Interviene en la proliferación de los linfocitos T y B, que sintetizan los anticuerpos.
  • Es eficaz para luchar contra el envejecimiento prematuro de la piel.
  • Estimula la producción de colágeno
  • Ayuda a combatir la flacidez de la piel, pero también las estrías y las manchas.