El investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Alex Kachkine, desarrolló un método de restauración basado en inteligencia artificial que permite recuperar pinturas deterioradas sin intervención manual. La técnica, publicada en la revista científica “Nature”, consiste en aplicar una máscara digital sobre el cuadro original, donde se restauró instantáneamente las zonas dañadas.
El proceso comienza con un escaneo de la obra, donde el sistema de IA identifica áreas afectadas y propone soluciones. Para pérdidas menores de pigmento, la tecnología reconstruye la coloración a partir de las regiones cercanas. En casos más complejos, como el rostro del Niño Jesús en una obra flamenca del siglo XV, el sistema replicó detalles de una pieza similar conservada en el Museo del Prado.
Una de las principales ventajas de esta técnica es su carácter reversible. La máscara está compuesta por una capa de polímero ultrafino, adherida con barniz de conservación, lo que evita el contacto directo con la pintura original. Si en el futuro se requiere una nueva intervención, el material puede ser retirado sin alterar la obra.
Especialistas en conservación destacaron el aporte de la tecnología en la restauración de pinturas, aunque señalan limitaciones en su aplicación. El método de Kachkine es ideal para obras en lienzo o tabla, pero no para aquellas con relieve o texturas gruesas, como el impasto de los impresionistas.
El desarrollo de esta técnica representa un avance significativo en el campo de la conservación artística, permite restauraciones precisas sin afectar la integridad de la obra original y facilita la preservación del patrimonio pictórico a largo plazo. VTV/LM/DB/@GobGuárico.