Dieta sin gluten en personas sanas: «No es más saludable»

Caracas, 07 de mayo del 2025.-La moda de seguir dietas sin gluten, a la que cada vez se suman más personas, que ni son celíacas, ni tienen sensibilidad a esta proteína, puede resultar peligrosa, advierte la directora del departamento de Nutrición y Farmacia de la Universidad Europea, la doctora Cristina López.

«Eliminar el gluten sin una razón médica no solo no mejora la salud, sino que puede derivar en carencias nutricionales importantes», asegura la médica que, crítica, «muchas marcas han aprovechado esta percepción (de que es más sano no ingerir gluten) y esta moda para comercializar productos que no son necesariamente más saludables».

El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno, y está en una gran cantidad de productos de consumo habitual. Aunque hay personas que experimentan molestias digestivas al consumirlo, López advierte que esto no debe traducirse en una eliminación automática de esta proteína sin consultar a un especialista.

«Las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten deben seguir una dieta estricta. El resto de la población no obtiene un beneficio probado eliminándolo y, en algunos casos, puede poner en riesgo su salud», explica.

En muchos casos, una dieta completamente libre de gluten no cubre adecuadamente las necesidades de hierro, fibra, ácido fólico, niacina, riboflavina y tiamina. Por esta razón, recomienda que las personas que adoptan este tipo de dieta consulten a un nutricionista para ayudarlas a suplir estas carencias mediante alimentos alternativos o suplementos.

De hecho, añade la doctora López, un error frecuente que se suele cometer es sustituir productos con gluten por versiones sin gluten ultraprocesadas, que suelen ser más ricas en azúcares, grasas y aditivos. «Que algo sea ‘sin gluten’ no significa que sea más saludable. De hecho, muchos productos sin gluten contienen más ingredientes procesados para mejorar su textura y sabor”, subraya la especialista.

La doctora recuerda que, en el caso de condiciones como el síndrome del intestino irritable o trastornos digestivos comunes, la relación con el gluten no siempre está demostrada. La mayoría de las molestias digestivas están más vinculadas a la ingesta de FODMAPs (grupo de carbohidratos de cadena corta que se encuentran en ciertos alimentos) que al gluten. Por eso, antes de eliminar alimentos, insiste, es imprescindible consultar con un profesional.

En cuanto a la energía y bienestar general, López hace hincapié en que «si alguien se siente mejor tras eliminar el gluten, puede ser por haber dejado de consumir productos procesados, no por el gluten en sí. Por el contrario, una dieta sin gluten mal planteada puede derivar en fatiga y falta de nutrientes esenciales».

Por otro lado, la directora del departamento de Nutrición y Farmacia de la Universidad Europea destaca que la tendencia a eliminar el gluten responde más a una percepción social que a un respaldo científico, reseñan Agencias Internacionales.

«Se ha asociado el gluten a problemas digestivos, cansancio o aumento de peso sin que existan evidencias concluyentes en personas sanas. Para la mayoría de la población, lo importante es seguir una alimentación variada y equilibrada, sin restricciones innecesarias», destaca.

Además del impacto nutricional, seguir una dieta sin gluten tiene un importante componente económico, apunta la experta. Según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), la cesta de la compra de una persona que sigue una dieta sin gluten puede encarecerse en más de 1.000 euros al año respecto a una dieta convencional. Los productos específicos sin gluten son hasta un 200% más caros y no siempre están disponibles, lo que dificulta su acceso para muchas familias./VTV/@gobguárico.